jueves, 13 de mayo de 2010

Frankenstein

A Alberto, mago de las palabras y conocedor de lo que verdaderamente importa.

Frankenstein no es un puzle, es un collage.
Un puzle necesita siempre un modelo, que es el mismo para iniciar su montaje. El puzle perfecto es el espejo, devuelve lo impecable, su modelo. Pero no quedan claras cuáles son sus piezas. Talla el tiempo tan diestramente que no nos damos cuenta, y así nos asomamos confiados todos los días, para poder reconstruir nuestra imagen…tan iguales, pero tan diferentes

4 comentarios:

jddm dijo...

Claro que Frankestein es un collage y no un puzzle. Él tenía algo de hombre, y el hombre es eso: piezas de distinta naturaleza ensambladas "por motivos de supervivencia", masificadas con el paso del tiempo (o "evolución", que dijo Darwin un día entre cañas).
¿O es que ahora resulta que hay un "Dios" que nos creó a su propia imagen y semejanza, como si fuésemos simples puzzles-reflejo ?
Un besito desde el congreso de salsa... tititiritiritíiiiiiiiii!!!
Me aburroooooooooooo :D

jddm dijo...

Por cierto, pequeño aparte publicitario... ¿Sabes que este año Raphael da el pregón de San Isidro? ¡Ay! Este hombre siempre nos sorprende con sus apariciones... S.Isidro: próximo invitado en la Gala de Nochevieja 2010.

Unknown dijo...

Primero gracias. Aunque no sé si merezco tanto halago.

Para mi el espejo es la imagen, el reflejo de la luz, lo verdaderamente importante.
La luz es la ley, sus reflexiones y refracciones obedecen a una física exacta. Esa ley no es negociable. Es simplemente la ley.
Lo bueno de los puzles no es llegar a un modelo preestablecido. Eso niega la verdadera diversión. Las piezas se unen según una ley y el resultado de su unión puede ser tan diferente como potencialidades tengan las piezas.
Podemos operarnos, maquillarnos, ocultarnos tras una máscara o simplemente evitar el espejo. Pero el espejo siempre reflejará esa mentira. Partir desde el final sólo lleva a el vacío de las apariencias.
Un collage puede ser un feliz hallazgo de contrastes o una incoherencia compactada. Quizás sea más fácil confiar en nuestra capacidad para buscar lo diferente. Pero lo diferente de verdad es ver variedad donde los demás sólo ven el modelo de la tapa.
Un saludo

Roberto Velasco Devesa dijo...

Estoy un poco en desacuerdo con lo que dices Alberto ya que no hay nada más sujeto a leyes que un puzle pues son fragmentos de una realidad estática (refiriendome literalmente a un puzle) y aunque como tu dices siempre estará la diversión, tiene la misma diversión que el resolver un problema de matemáticas, con un final ya predeterminado solo hay que recomponer y jugar con las variables, pero siempre buscando el modelo primigenio. Aunque es el sentido más anecdótico del Post.

A lo que me refiero es que precisamente el espejo (estamos de acuerdo en lo de las leyes de la luz) da la falsa sensación de ser el puzle de un mismo modelo aunque no es cierto, el modelo, el sujeto es el que cambia constantemente.
Y ese cambio, esa talla del tiempo dota de atractivo y dinamismo al simple acto de recomponer nuestra figura todas las mañanas en busca de la nueva pieza a nuestro puzle.