domingo, 30 de mayo de 2010

Año autodestructivo

A las musas que un día se fueron sin despedirse de mi.

Soy el narrador de mi ignorancia. Un narrador mudo… 

Mis carencias parricidas tiñen de negro la venda de mis ojos. Empieza otro día, pero… el tedio y la soledad aún siguen aquí.  

Incluso creo que en ocasiones puedo verlas ahí sentadas, mirándome. Siempre van conmigo. Quiero ver el color de la sangre que corre por mis venas. Quiero oler el olor de mis cenizas. Quiero saltar al vacío desde el edificio más alto y destruir todo aquel acto edilicio que encuentre en mi camino contra la autodestrucción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya.que bonito